PILDORAS FILOSOFICAS: ARISTOTELES

 

Hacemos la guerra para poder vivir en paz.
Ética Nicomáquea, 10, 1177b, 5-6

El bien humano resulta ser el ejercicio activo del alma en conformidad con la excelencia o la virtud, y si hay más de una excelencia o virtud, en conformidad con la mejor y más completa. Pero esta actividad debe tener
lugar durante el curso completo de la vida, pues una golondrina no hace verano, como tampoco un hermoso día. De igual manera, un día o un breve lapso de felicidad no hacen a un hombre bienaventurado o feliz.
Ética Nicomáquea, 10, 1098a, 5-6

La tragedia es la manifestación de una acción merecedora de una atención grave, implica grandeza y tiene lugar durante largo tiempo, aunque es completa en sí misma… describe incidentes que despiertan piedad y temor,
de tal manera que estas emociones son purificadas por la representación.
Poética, 1449b, 24-8

El que estudia cómo se originaron y llegaron a ser las cosas, sea el estado o cualquier otra cosa, alcanzará la visión más clara de ellas.
Poética, 1252a, 24-5

Es, por tanto, evidente que el Estado es una creación de la naturaleza. Y es una de las características del  hombre que sólo él posee el sentido del bien y el mal, de la justicia y la injusticia, y el juntarse seres vivos que tienen este sentido es lo que da origen a la familia y al Estado.
Política, 1253a, 2-18

La noción de Estado precede naturalmente a la de familia, o la de individuo, pues el todo debe necesariamente ser previo a las partes. Si se prescinde del hombre entero, no se puede decir que permanezca un pie, una
mano, a no ser que ésta se vea igual que una mano de piedra. Las cosas se definen en general por los actos que realizan y pueden realizar, y tan pronto como cesan esta actividad o poder no es ya lo mismo, sólo tienen el mismo nombre. Es, por tanto, obvio que la ciudad precede al individuo, pues dado que un individuo es insuficiente para formar un estado perfecto, es él respecto de la ciudad lo que la parte es respecto del todo; y aquel que no pueda vivir en sociedad, o no necesite porque es autosuficiente, es una bestia o un dios. 
Todo hombre tiene, pues, un impulso natural de asociarse con otros, y el primero que instituyó la primera sociedad civil hizo un servicio inmenso a la humanidad, porque el hombre, que es el primero de los animales, sería el último sin leyes y sin justicia. Nada es tan difícil de erradicar como la injusticia perpetrada por la fuerza, pero el hombre nace con esta fuerza, que es a la vez prudencia y valor, y que puede ser usada tanto para fines justos como injustos. Quienes abusan de esta fuerza son los seres más inicuos, lascivos e insaciables que se pueda imaginar. De otro lado, la justicia es lo que liga los hombres al Estado, pues la administración de la justicia, que consiste en determinar qué es justo, es el principio ordenador de la sociedad
política.
Política, 1253a, 25-40

Los demócratas sostienen que la democracia se basa en lo que decide la mayoría, mientras que los que prefieren la oligarquía piensan que deben decidir los que poseen mayores riquezas. Pero ambos son injustos. Si
seguimos lo que proponen unos pocos, encontramos enseguida la tiranía, pues si una persona posee más que ninguna otra, de acuerdo con la justicia oligárquica este único hombre tiene derecho a detentar el poder supremo. De otro lado, si la superioridad en número es el criterio que prevalece, se perpetrará la injusticia con la confiscación de las propiedades de los ricos, que estarán en minoría y no podrán oponerse. El concepto de igualdad, que subscribirán ambas partes, deberá, por tanto, partir de la definición de derecho común a ambos.
Política, 1318a, 19-28

Los objetos de las matemáticas no son sustancias de mayor rango que las cosas; preceden a las cosas sensibles sólo lógicamente, no en el ser. Los entes matemáticos no son por sí mismo en ningún modo, pero como tampoco son en los objetos perceptibles, no pueden ser en absoluto, o bien ser de un modo
especial que no implique el ser independiente, pues «ser» puede significar
muchas cosas diferentes.
Metafísica, 1077b, 12-17

En lo que se refiere a los cuerpos naturales, unos tienen vida y otros no, es decir, algunos son capaces de nutrirse, crecer y decaer. Así, todo cuerpo natural viviente, que debe ser substancia, debe ser además substancia compleja; pero, puesto que es cuerpo de una clase particular —esto es, tiene vida— el cuerpo no puede ser alma. Un cuerpo es sujeto, no algo predicado de un sujeto, y es, así, materia. El alma es, por tanto, substancia en el sentido de que es la forma de un cuerpo natural que tiene vida en potencia. La substancia en este sentido es acto, de modo que el alma es el acto del cuerpo viviente. Pero el acto tiene dos sentidos, similares a posesión del conocimiento y uso del conocimiento. El acto del que estamos hablando es similar a la posesión de conocimiento, pues tanto dormido como despierto es necesaria la presencia de un alma; estar despierto es como usar el conocimiento, mientras que estar dormido es similar a la posesión del conocimiento, sin hacer uso de él.
De Anima, 412a, 17-26

Es obvio que hay causas, y muchas, en verdad. Se descubren cuando se pregunta: «¿Por qué sucedió esto?». Esto nos retrotrae a ciertas cuestiones básicas. Al enfrentarnos con cosas inmutables, nos preguntamos: «¿Qué es esto?». Por ejemplo, en matemáticas se comienza por la definición de línea recta, o número, o algo así. En otros casos podemos preguntar: «¿Qué produjo este cambio?». Como, por ejemplo, en: «¿Por qué este pueblo emprende una guerra?». La respuesta podría ser: «Por ataques en sus fronteras». O podría ser por la finalidad que se persigue: en otras palabras, luchaban para sojuzgar. En aun otra categoría, cuando las cosas se producen, su causa es la materia. Estas son evidentemente las causas. Hay varios tipos diferentes de causa, y todo el que pretenda comprender la naturaleza debería saber cómo descubrirlas. En realidad, hay cuatro tipos diferentes: materia, forma, lo que produce el cambio y la finalidad.
Física, 198a, 14-24

Así, al ser el movimiento eterno, si hay un primer motor, él también debe ser eterno… y aquí es suficiente suponer que hay un solo motor, el primero en poner en movimiento las cosas estáticas, y este ser eterno es el principio del movimiento de todas las demás cosas.
Física, 259a, 7-14

Las gentes que tienen gruesos los bordes de las ventanillas de la nariz son perezosas, como el ganado. Los de nariz ancha en su extremo son insensibles, como los jabalíes. Por otro lado, los que tienen la nariz aguda en su extremo se enfurecen fácilmente, como los perros. Mientras que si su extremo es plano y redondo, son magnánimos, como los leones. Las gentes de nariz fina son como los pájaros, pero si la nariz es ganchuda y sobresale desde la frente, tienden a ser desvergonzados como los cuervos.
Fisionomía, VI, 28-36.

De mi libro "Los caminantes de pensamientos"