A lo largo de la historia el hombre ha sido siempre un ser preocupado por entender y desentrañar el mundo que lo rodea, por penetrar en sus relaciones y leyes, por orientarse hacia el futuro y descubrir el posible sentido de las cosas que existe a su alrededor buscando respuestas a sus incertidumbres e interrogantes.
La cuna de nuestra cultura, griegos y judíos, intentaron comprender el mundo y sus fenómenos mediante la razón. En la actualidad, sin embargo, el hombre utiliza diversas fuentes de conocimientos, como la experiencia, los expertos o el razonamiento, ya sea deductivo, que permite pasar de lo general a lo particular, o inductivo, que partiendo de los datos particulares, llega a generalizaciones.
TIPOS DE CONOCIMIENTO
Según su procedencia y las características del objeto que intentamos conocer podemos hablar de conocimiento vulgar, práctico, artístico, religioso, técnico, filosófico o científico. Estas formas de conocimiento pueden resultar muy valiosas en una situación concreta; sin embargo, el conocimiento científico es el más vinculado a la investigación. En cuanto a las demás formas de conocimiento, si bien necesarias y útiles, no son suficientes para obtener conocimiento científico.
CONOCIMIENTO VULGAR
La experiencia revela que la vida ordinaria, que sigue el hombre para resolver sus problemas suele basarse en el conocimiento vulgar, por ser una forma de conocimiento práctico, que se transmite de unos a otros y se manifiesta, en parte, en la cultura popular. Es un pensar espontáneo que preside la vida cotidiana. De alguna manera el saber vulgar es propio del sentido común y este se concibe como un campo de conocimiento propio de la comunidad que permanece sin articular y sin conformar, pero que es de gran importancia para entornos más amplios de la experiencia y la práctica humana.
El sentido común se forma lenta y cuidadosamente y se estima como condición de la sociabilidad y de la comunidad en los aspectos prácticos de la vida. El conocimiento vulgar no es explicitamente sistemático ni crítico, por estar basado también en la autoridad o en la tradición, de modo que ninguna de sus partes atañe a todas las demás. Sin embargo, en general, es un conocimiento completo y se encuentra listo para su utilización inmediata, como corresponde a la propiedad común de la cultura, por constituir un conjunto de previsiones certeras y referidas a lo que todo el mundo debería saber de las actividades cotidianas y básicas de la vida diaria.
CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
Los límites entre el conocimiento
científico y vulgar no estás claros, pues si bien existe una estrecha
relación entre ellos, también se da una diferencia de grado. En cuanto a
las semejanzas entre ambas modalidades de conocimiento, hay que
destacar las pretensiones de racionalidad y objetividad; esta afinidad
puede explicar que para algunos hombres de ciencia el conocimiento
científico sea el desarrollo del sentido común. Ahora bien, el
conocimiento científico es más afinado que el vulgar, por aventurar
conjeturas y por criticar las explicaciones logradas a través del
sentido común por su extensión, claridad y precisión, por centrarse más
en el porqué de las cosas y por su carácter sistemático y seguridad
comprobada. De ahí que, en ocasiones, el científico pueda elevarse por
encima del saber vulgar del sentido común en la búsqueda progresiva de
mejores soluciones a los problemas.