FRASES DE BERTRAND RUSSELL


Russell dijo que fueron tres las grandes pasiones que le impulsaron durante toda su vida: un anhelo de amor, la búsqueda de conocimiento y una angustiosa compasión por el sufrimiento humano. Buscó el amor a fin de escapar a una soledad insoportable, y porque el éxtasis que le producía era tan grande que, aseguró, habría dado su vida por la felicidad que le proporcionaba. Su búsqueda de conocimiento fue igualmente apasionada.

Necesitaba conocer «por qué brillan las estrellas» y el poder «por el cual los números gobiernan el cambio». Su filosofía siempre tuvo muy en cuenta la ciencia, evitada por muchos filósofos a pesar de haber transformado el mundo durante el siglo. La teoría de la evolución de Darwin era aún una novedad cuando nació Russell, y se estaba desentrañando la estructura del ADN cuando murió. Entre medias, la teoría de la relatividad, la física cuántica, la fisión nuclear y la teoría del Big Bang modificaron para siempre la forma como vemos el universo.

Russell fue durante toda su vida la imagen de la contradicción y de la controversia. El mismo hombre que durante un tiempo fue considerado como el filósofo más importante del mundo sería también vilipendiado a causa de sus avanzadas opiniones liberales acerca del amor y de otras cuestiones sociales. El mismo hombre honrado con el Premio Nobel sería encerrado dos veces en prisión. El hombre que trató de establecer una filosofía lógica demostrable con certeza estimularía al filósofo cuya obra reemplazaría y socavaría su propia filosofía.